Acabo de terminar de ver el documental dedicado a Emilio Ruiz, un experto en el arte del engaño cinematográfico. Os lo recomiendo como me lo recomendó mi hermano.
Pero al margen del documental en sí, cuando se acercaba el final me estaba invadiendo una sensación de melancolía, o pena, por ver a un anciano en el final de su carrera...Como respondiendo a esa sensación (buena labor de montaje, sin duda) leo al terminar el documental que Emilio Ruiz murió al iniciarse la edición del documental. Y después de leerlo, me quedo pensando...Qué más se puede pedir a una vida? Terminarla feliz, haciendo lo que te gusta y con un último homenaje a tu trabajo? Hecho.
Un amigo, en cambio, ha perdido hoy a su madre antes de tiempo, dejando una familia dolida por culpa de la terrible "C" del cáncer.
Eso es lo injusto. Eso es lo triste. Lo otro deberíamos aprender a verlo como la consecuencia (y suerte) de tener una vida plena, pero no somos capaces.
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