martes, 17 de julio de 2012

Reencuentros (2) y otras cosas

El otro día, cuando os hablé del ameno fin de semana que pasé, se me olvidó hablaros de otro reencuentro  que me encantó disfrutar. Pasó por Barcelona un amigo de la infancia. Pero cuando digo amigo, me refiero a ese hermano de otra madre que algunos hemos tenido la suerte de conocer.
Nuestros caminos se separaron un poco ya en el instituto, pero el punto de ruptura total fue cuando se marchó un año a E.E.U.U. y posteriormente, cuando se mudó a vivir a Zaragoza.
Ahora reside en Haarlem -muy cerca de Amsterdam-, felizmente emparejado con su chica (sueca que conoció de beca en Holanda, por cierto...creo que tiene vosotros también lo encontraréis gracioso).
Pues bien, el hecho de poder pasar un par de ratos en sendo par de días también me ha llenado de alegría. La cabeza se pone a mover archivos guardados en profundos armarios de la memoria y, eso, siempre es entretenido.
Por otra parte, siento cada vez más difícil encontrar la "felicidad plena". Creo que sólo es alcanzable para un determinado tipo de gente, mucho más libre y más serena a nivel emocional que la mayoría de los mortales. Esos, como yo, que se apenan en mayor o menor medida cuando están en un sitio con una gente, viviendo un momento vital y sienten que echan de menos otros lugares con otras personas, o una situación emocional y profesional distinta...Es humano (y particularmente muy mío) anhelar lo que no tenemos, incluso muchas veces también es instructivo, pero cansa un huevo.
Eso es todo por hoy, toca descansar un poco de mis ladrillos.

1 comentario:

Dieguez dijo...

http://elpais.com/elpais/2012/08/15/opinion/1345056679_111201.html

Y me cuentas.

Ya no tengo ganas, empiezo a tener necesidad de echar una charlada.

Abrazón.