domingo, 28 de diciembre de 2014

Nostalgia (navideña, como el turrón)

Acercarse a los 30 significa muchas cosas. En mi caso, puede ser disfrutar de un paseo por mi ciudad en un día de invierno. Sentir ese frío intenso castellano que te corta la cara y hace que se te caigan las lagrimillas.  Y que te guste. Significa pasar por lo que era el skatepark donde has echado miles de horas de adolescencia y mirarlo con la sensación agridulce que produce recordar lo bien que lo has pasado ahí y la pena que te da que ya no quede nada. Pasear por parques que eran de otra forma cuando tenías 15 años menos e intentar recordarlos.
Me gusta disfrutar de la nostalgia. Abrazarla incluso. Esa sensación contradictoria que por un lado te da calma,una especie de paz interior y por otra te recuerda que esto que llamamos vida pasa para todos igual (de rápido). En mi caso, tengo la suerte de poder echar la vista atrás y estar bastante satisfecho con mis actos y mis decisiones. Siempre hay errores, claro, pero la idea es que sean menores, o menos importantes que los aciertos.
Al próximo año casi que sólo le pido poder seguir decidiendo por mí mismo.
Y, en la medida de lo posible,no cagarl  :)
Fin del comunicado navideño.  Sean felices. Pero no porque lo diga el calendario.
P.D. Siento la ausencia de fotos, la "inspiración" me pilló en la calle (supongo que fue por bajar 12 grados la temperatura cerebral y quedarme al borde de la embolia).

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