jueves, 15 de abril de 2010

La radio

Últimamente me estoy reencontrando con la radio, que la tenía muy abandonada.
En mi casa siempre ha sonado la radio. Todos mis recuerdos, de semana, de fin de semana, de vacaciones...Están ligados a las ondas. Pero yo soy de otra generación y, como tal, me he ido desligando en pro de la caja tonta. Sin embargo, La cosa está cambiando. Me encuentro a mí mismo encendiendo la radio por la mañana, para desayunar, e incluso últimamente como con ella (cuando tengo algo de prisa). Es una de las mejores ventajas de la TDT (junto con la posibilidad de poder ver las emisiones en versión original, aunque los subtítulos se traben cada dos por tres y no sean de la mejor calidad del mundo...). La radio ofrece la libertad de no requerir que la mires, con lo que te exime de tener que estar frente a algo para atender a lo que te cuentan.

Y encima, ahora mismo nuestra radio pública (la nacional, la que tendría que ser muestra de representación global y plural) vive un momento dulce. Crece y crecen sus oyentes, pues vamos estando cansados de tanta politización. Alguno me dirá que RTVE también lo está, y no le quito razón, pero creo que el planteamiento es muy distinto.

Hoy hemos amanecido con la noticia de que RNE ha aumentado el número de escuchantes (como dice el cursi de Pancracio, que es un cursi pero muy sabido, él). Ya es la tercera, por encima de la Cope (y por debajo de la Ser, no sé cuál es la otra, supongo que Onda Cero). Mis felicitaciones.

Desde aquí os recomiendo a todos que empecéis a sintonizarla (ya sea esa u otra, para gustos colores) y recomiendo especialmente "En días como hoy", de Juan Ramón Lucas. Un programa informativo, entretenido y con muy buen humor.

No he dicho nada de RNE3, pero porque esa nunca he dejado de escucharla (la música y uno, ya sabéis...), la única radio estatal donde cabe todo lo que la radio fórmula no acepta.

Así que ese es el briconsejo de hoy, amigos, inténtenlo, verán qué diferente es comer escuchando a gente en lugar de viendo nada (para aquellos que comemos en soledad, claro...para los demás, no necesitan de ninguna de las dos).

3 comentarios:

Dieguez dijo...

La radio fue un invento tan bueno, que despues tuvieron que inventar la tele, para equilibrar.

Es una fuente de conocimiento, de información e incluso un runrun. Y permite algo estupendo, y es que le prestes la atención selectiva que quieras, sin ni siquiera pensar en el acto de modular esa atención. Y todo ello sin impedirte cuaquier otra tarea práctica, desde preparar una comida, a comerla a dejar la cocina tal y como estaba.

Y como el complemento ideal que todos quisimos alguna vez, los podcast. En efecto, ahora puedes elegir lo que quieres escuchar en cada momento. Lo mejor de dos mundos.

Ah!! y a Pancracio habría que mandarle a kurdijistan una temporadita... como hasta que se muera, o asín (de muerte natural, of course). O esto o quitarle el espacio de una puta vez, lo que le resulte más barato al herario público.

Daniel Grau Gil-Díez dijo...

Sabía que te gustaría la referencia pancracil...

Unknown dijo...

Por cierto graw,

yo quería recomendarte una radio que escucho bastante a las mañanas y suele tener música bastante buena, "hip soul", por llamarlo de alguna manera, no se en el resto de horarios que tal anda, pero en general suele gustarme.

Es ibiza sonica:

http://www.ibizasonica.com/index.html?idi=es

Ciao!!!